Es casi un estado de locura.

lunes, 23 de febrero de 2009

S

Ahora que ya sabes de la existencia de este blog y despues de haberte nombrado un par de veces, hoy voy a hablar de vos.

-Para los que no entienden: hoy voy a hablar de la persona que logro que siga en este mundo.-

S. empezo siendo compañero de colegio. Bah, ni siquiera eso, casi. Cuando nos conocimos, alla por el año 2000 ibamos al mismo colegio pero a distintos turnos. La vida nos llevo a encontrarnos 2 o 3 años despues en el mismo turno, compañeros en ingles (en mi colegio en ingles, nos dividen por niveles y estabamos en el mismo).
No se muy bien como fue que empezo nuestra amistad, pero se que se consolido con el paso del tiempo y hasta me arriesgo a decir, que esta sellada de por vida.

A S., lo defino asi:

No es un pez, ni un arlequín ni un extranjero, dice siempre lo que piensa y casi nunca piensa como yo y es un loco enjaulado. Con el tiempo descubri que es buen chico, con un gran corazón, ademas de ser una de esas personas que no voy a olvidar.
Tiene el método justo para cargar toda mi boludez, hacer más liviano el peso de mi cruz, hacerme sentir que si se puede ser feliz porque eso es sólo una cuestión de actitud. Es también quién me pide que no me queje mas de todo, por cierto.
Cuando de este lado hubo un poco de tristeza não tem fim tuvo esas cinco palabras que me dieron un poco de felicidade sim. Cuando me caí me dio todo su amor y me repitió mil veces: dale loca, dale, yo también le doy.
Al único que le creia (y creo) cuando me dice: te entiendo bien, sabés que te entiendo bien. Al único que le dije, digo y dire: no sé lo que has hecho conmigo pero al menos permanezco viva.
Tengo miles de motivos para justificar que hay cosas que no voy a olvidar y que tu vida transformó la mía (y ésto es verdad).
Seguramente en este momento estarás diciendo-me "cortala, no exagerés, no seas tan drástica".
Sin dudas los años que vivimos van tatuados y como si fuera poco sé que nos queda el resto de la vida para recordar todas las mañanas que vivimos, los domingos en el club y todos esos recuerdos que no vamos a borrar con los cuales siempre vuelvo a sonreír.

Volvamos a la parte de "...Cuando me caí me dio todo su amor y me repitió mil veces: dale loca, dale, yo también le doy..."

S. era la unica persona de mi entorno que estaba al tanto de todo lo que me pasaba.
Hoy, con el paso del tiempo, no puedo creer toda la responsabilidad que le hice cargar...
Cada pensamiento mio tenia el fin de acercarme a mi meta, que a su vez, era escuchado por S., quien trataba de calmarme y mostrarme las cosas desde otra perspectiva.

Nuestras charlas pasaron de ser charlas divertidas de humor negro y morbo, a charlas casi suicidas (de mi parte) y de consolacion (por la suya).
Los viernes a la noche nos quedabamos hasta tarde hablando. Muchas veces yo me iba a dormir calmada, esperanzada en que todo cambiaria a la mañana siguiente. Otras veces, llegaba a la cama ahogada en llanto.
No encontraba consuelo a lo que me pasaba y todo el amor que S. me transmitia me emocionaba profundamente.

Sus palabras me abrigaban.
S. era mi amigo, mi hermano y papa.
Ocupaba cada lugar que alguien habia dejado vacio y dolia.
Cada vez que hablabamos, trataba de convencerme de que parara con la locura que estaba haciendo. Me explicaba -con su infinita paciencia- que no era bueno por mas que yo opinara lo contrario y siempre, siempre, siempre me pedia que este bien, porque "esto tambien pasara".

Y yo, que me sentia tan basura, un dia tome consciencia de todo lo que me brindaba S. y le prometi que iba a parar.
Y pare, por él.
Y decidi empezar otra vez.

Hace un año ya que S. esta estudiando a 500 km de aca.
No dejo de extrañarlo ni un segundo, pasamos muchos meses sin vernos, pero nuestra relacion no cambio jamas.
Me costo muchisimo (nos costo, a él mas que a mi , porque es quien deja todo en su lugar de origen, pero al fin....) aceptar que no iba a tenerlo mas a 6 cuadras de mi casa.

Para mi un gran trauma, todavia no resuelto (pero de eso voy a hablar otro dia) es haber terminado el colegio. En gran parte, porque sentia que iba a perder el contacto con personas valiosas en mi vida, entre ellas S..
Me aterraba la idea de no verlo en cada hora libre, de terminar el cole y que se quiebre - por distancia- la relacion, entre otras cosas.

Pero no. La vida me jugo a favor por una vez.
Nuestra amistad se fortalece dia a dia.
Y ahora S, que necesita de alguien con quien hablar, estoy orgullosa de que ese alguien sea yo.



Y mientras el vino caía supe que de algún lejano rincón de otra galaxia, el amor que me darías, transformado volvería un día a darte las gracias. Cada uno da lo que recibe Y luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra norma: Nada se pierde, Todo se transforma.

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