Es casi un estado de locura.

lunes, 25 de octubre de 2010

Insomnio

A veces pasa y ya me acostumbre.
Es temprano pero ya se que no voy a pegar un ojo en toda la noche. Lo se. Siempre es igual.
Y lo peor es que a mi sola me importa. Y me hace mal.

Cuándo será el día que pueda estar incluida en ese mundo? Que con orgullo, me invites a pasar.
Nunca, ya me lo dijiste.
Pero sigo esperando que llegue ese día. Todas y cada una de las veces que existe la posibilidad.

Espero como si mi tiempo no valiera nada.
Ansiosa, espero. Inquieta, espero. Desesperada, espero. Desesperanzada, espero. Llena de tristeza, igual sigo esperando.
Y nunca llega el momento.

Es ahí, cuando haciendo fuerzas para no llorar delante de cualquiera que se me cruce, me pregunto mil cosas y me respondo mil y una.
Todas esas preguntas y respuestas no hablan más que del uso de mi persona.
Y del abuso (que tanto me cansa, ya).

Pero un día, me voy a levantar decidida, sin miedos y te voy a presentar lo que soy capaz de ser.
Y me voy a quedar sola igual, sin mundo, sin esperanza, sin nada... pero con la convicción de que vas a conocer lo que se me cruza por la cabeza -absolutamente todo- y te vas a enterar gota por gota, por qué se rebalsó el vaso.


"...Es sentir el regreso de la eterna confusión..."

1 comentario:

Ángelos dijo...

Y gota a gota lo leí...
NO TIENE DESPERDICIO este post (ojo, no digo que los otros si, eh).
Fuerte, confuso al principio... pero al releerlo queda muy bien plasmada la cuestión.

Usted intente no llegar al extremo de tomar pastillas para dormir (intente), y entienda que o relaja la mente... o se la vamos a relajar nosotros, quienes la queremos, a sopapos (amistosos).

Quiérola. Cuideseme. Duermale.
Abrázola.